La verdadera experiencia de estudiar a Distancia

En el transcurso de este año todos los niveles educativos han experimentado la virtualidad. Experiencias nuevas, algunas gratas y otras no tanto. De cara al 2021 y con gran incertidumbre respecto a cómo continuarán las modalidades de cursado, es necesario aclarar que no es lo mismo educación remota que educación a distancia.

La gran mayoría de las instituciones logró cumplir con el dictado de clases, haciendo encuentros de manera sincrónica a través de videollamadas grupales, simulando lo que sería un cursado “normal” dentro de un aula, con la complejidad de las interferencias que cada persona puede encontrar en la cotidianeidad de su hogar. Otras de manera sincrónica, exigieron que todos los estudiantes estén en línea a un horario determinado a través de distintas plataformas, sin ninguna pauta válida más que respetar ese horario. El término correcto para este tipo de encuentros es educación remota y es lo que muchos pudieron experimentar.

Educación a distancia es un sistema asincrónico. Esto significa que está pensado para que el estudiante se encuentre con los contenidos en el momento que disponga para hacerlo. Generalmente, el tiempo del día que se destina a estudiar es un momento tranquilo donde el estudiante puede estar focalizado y motivado en aprender. Esto significa una ventaja porque el proceso de aprendizaje no termina en la información que puede impartir el docente, todo proceso requiere tiempo y cada individuo tiene sus propias estimaciones de tiempo. El hecho de poder salir del aula con la información necesaria, poder procesarla y volver al aula en cualquier momento a realizar una consulta, es un privilegio casi único en esta modalidad. Además, se logra llevar un seguimiento más personalizado sobre el recorrido académico de cada alumno.

El mundo está cambiando y la educación se vio forzada a un cambio que muchos están transitando frente a la necesidad de diferenciación en el modelo educativo. Nosotros, con más de 15 años de experiencia en educación a distancia, nos animamos a afirmar que vamos por el camino correcto.